A PROPÓSITO DE JAVIER DUARTE…

Por Marco Antonio Olaguez Bayona

Vivimos en una época curiosa ¿No lo creen? Ahora resulta que uno de los peores gobernantes que se recuerden en la historia del país, como lo es Javier Duarte, califica los delitos de los cuales se le acusan como “IRRISORIOS”… De verdad es que este tipo no tiene…decencia, humanidad o nada que se le parezca. Y lejos de caer en la exageración me tomaré un momento para citar a nuestro querido angelito, y que de esta forma podamos darnos cuenta de que el descaro le ha quedado corto, pues ha dicho lo siguiente:

“Considero que de lo que se me acusa es infundado, ligero, vago e impreciso, quiero referirme al hecho de que el gobierno de Veracruz me acusa y hace uso de recursos, inclusive gastando recursos del erario, con acusaciones irrisorias”

¿De verdad? No sé qué es lo que molesta más, dejemos a un lado la procedencia partidaria, no se trata de los colores, se trata de la escaza calidad moral que posee este sujeto, de la poca humanidad que tiene este personaje, y más que nada del cinismo con el que se maneja. Pero peor aún ¿Por qué los veracruzanos eligieron a un sujeto así para gobernarlos? Independientemente de mi indignación, hace falta una urgente profesionalización del servicio público en México. No es posible que cualquier persona ocupe un cargo público y esté facultado para tomar decisiones basadas en intereses particulares… El dinero del erario público proviene de nuestros impuestos, es decir, todos aportamos en mayor o menor medida, por lo tanto se le debe de exigir a las personas que ocupan esos cargos que cumplan con un perfil profesional, con estudios mínimos de maestría, manejo de varios idiomas, y que hagan exámenes de control de confianza y sobretodo exámenes psicológicos, que demuestren que están facultados para gobernar, y sobre todo la realización de exámenes psicométricos que los hagan aptos para el cargo en base a las características de su personalidad y a sus competencias profesionales. Digo, si a nosotros los mortales nos los piden en las empresas ¿Por qué no a los que van a ganar millones?