Por Marco Antonio Olaguez Bayona

Marco Antonio Olaguez Bayona

Kubrick, pero ¿Qué has hecho? ¿Qué es esto? Esta fue mi reacción después de ver ‘Barry Lyndon’, no sabía si estaba viendo cine, pintura, literatura o música clásica, y la verdad es que está película es la que mejor describe el estilo de Stanley Kubrick, porque esta cinta es belleza en estado puro. La crítica especializada cataloga esta cinta como lo mejor que hizo este director, a mi punto de vista marca una de sus notas más altas, porque ver ‘Barry Lyndon’ es profundizar en un mundo de poesía y lirismo embriagador, que es capaz de embaucar tus sentidos y te sumerge de lleno en la épica vida de este personaje. Sin duda ‘Barry Lyndon’ es la película que a Kubrick le ayudó a mantener ese lugar en el olimpo de la cinematografía.

Y no estoy exagerando, la película ganó cuatro premios Óscar: a la Mejor Dirección Artística, Mejor Fotografía, Mejor Vestuario y Mejor Banda Sonora, y fue nominada también a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion Adaptado. Además, Kubrick ganó el premio de la Academia Británica de Cine y Televisión (BAFTA) a la Mejor Dirección y de acuerdo a numerosas encuestas, entre ellas Village Voice (1999), Sight & Sound (2002), Time (2005) y la BBC, esta película se ha considerado como una de las mejores jamás rodada.

El argumento de esta película nos muestra la misfortuna de un aventurero irlandés llamado Barry Lyndon (interpretado por Ryan O’Neal) y su ascensión y caída en la sociedad inglesa. La historia comienza en Irlanda en el siglo XVIII, y nos encontramos con un joven de nombre Redmond Barry, quien se enamora de su provocadora prima Nora Brady y se bate en duelo por su amor aparentemente matando a su prometido el rico capitán inglés Quin. Barry huye, se enrola en el ejército inglés y vive muchas aventuras. Pasado un tiempo descubre que el duelo fue amañado por su propia familia y que el capitán inglés está vivo y se casó con Nora. Barry viaja por Europa como soldado, agente secreto al servicio de Prusia y finalmente como jugador profesional, buscando fortuna.

Barry termina por seducir y casarse con una rica viuda, Lady Lyndon (Marisa Berenson), a la que evidentemente no ama. Barry es indiferente a ella y a su hijo, Lord Bullingdon, quien sabe que Barry es simplemente un oportunista. Barry se convierte en un hombre cínico y un marido egoísta. La pareja tiene un hijo, Brian, que crece gozando del gran cariño de su padre pero que muere tras sufrir una caída de caballo. En un duelo con Lord Bullingdon, Barry pierde una pierna y bajo amenaza de encarcelamiento por deudas impagadas, acepta abandonar Inglaterra. Después de pasar algunos años con su madre en Irlanda, Barry transcurre el resto de sus días como un jugador empedernido en Europa.

He de decir que el ritmo de esta película resulta un poco lento, y la película es larga, pues dura 180 minutos, sin embargo tengo que admitir que jamás había visto una película de este tipo, no sólo por argumento e interpretación, sino por realización pues la fotografía es perfecta, de verdad. Hagamos una mención honorífica aquí, y entendámoslo bien, aquél que diga que la cinematografía es banalidad creo que está en un error, la cinematografía es arte y perfeccionamiento, requiere de precisión, imaginación, técnica y oficio. Y Kubrick lo demostró, pues empleó para la dirección lentes de la NASA, hecho que le permitió lograr unas imágenes de una nitidez y naturalidad de luz aún no igualadas. Les recuerdo, está película se estrenó en 1975.

De la banda sonora, bueno, qué podemos decir con los clásicos que la forman, sólo que están conjugadas con la imagen a la perfección. Los fotogramas se funden con las notas musicales de una manera soberbia, mostrando que el señor Kubrick era verdaderamente un genio y creando una atmosfera absolutamente inolvidable.

Ojo, esta película no es para todos, si eres una persona que busca una trama rápida, digerible y comercial evita está película, porque la vas a odiar, sin embargo si deseas ver una historia diferente, narrada de una manera exquisita dale la oportunidad a ‘Barry Lyndon’, es un film impecable, que ofrece acontecimiento tras acontecimiento sin malgastar minutos en el tedio del aburrimiento filosofal que se pudiera llegar a pensar esta obra puede transmitir. Denle la oportunidad a ‘Barry Lyndon’, una película de esas que ya no se hacen. Que la disfruten.

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