¿CÓMO SER UN DEUDOR INTELIGENTE?

Por Marco Antonio Olaguez Bayona

Marco Antonio Olaguez Bayona

Seamos honestos, a menos que seas un millonario, o que tengas una fortuna heredada, si vas a empezar un negocio y no tienes un empleo estable que te permita sobrevivir, estás condenando tu proyecto al fracaso. Lo más sensato a la hora de emprender es trabajar con dinero de terceros, es decir, trabajar con deuda. Y ya sé lo que me vas a decir ¿Qué no eres tú el sujeto que se la pasa insistiendo en que no deberíamos contraer deudas? Y sí, pero hay tipos de deudas, las que contraes por andar de farol en la borrachera o comprando mercancía friki innecesaria, y la que te permite llevar a la luz un proyecto. En todo caso, la segunda siempre es la mejor. ¿Cuál es la clave entonces? Bueno, la clave consiste en aprender a ser un deudor inteligente. Es decir, no sólo deberás pagar a tiempo las deudas que puedas llegar a contraer, sino antes de eso deberás leer, preguntar, comparar y monitorear. Esto es básico. Y es que la información está a nuestro entero alcance, vivimos en una época en la que solo es cuestión de saber buscar, el problema es que como usuarios nos da flojera buscar, leer o estudiar para usar ese conocimiento a nuestro favor. Y la verdad no culpo a nadie por no querer empaparse, sin embargo, si nos hago responsables por nuestra total ignorancia en lo referente a la cultura financiera en México. Es el contexto cultural de toda la vida, estamos urgidos por conseguir dinero de manera fácil, pero no nos gusta saber cómo conseguirlo. Lo peor es que tampoco buscamos que nos digan cómo. Ese es nuestro obstáculo. Entonces, ¿Qué podemos hacer? Te sugiero lo siguiente:

Leer: Contratos, avisos de privacidad, etc. Es nuestra responsabilidad como consumidores informarnos. Acostúmbrate a darte el tiempo para leer de principio a fin los contratos, no sólo por sentido común, sino para que también te des cuenta cuáles son los compromisos que vas a adquirir, y los beneficios a los cuáles tendrás acceso. Y si tienes dudas. ¡PREGUNTA! Hasta que te quede claro.

Comparar. Aquí es dónde nos ponemos cerebrales, porque una vez que tengamos la información y nuestras dudas estén disipadas, tenemos que analizar las opciones que tengamos. Gracias a Internet ahora contamos con muchos recursos que nos pueden ayudar a hacer la mitad del trabajo, como plantillas prediseñadas o bien herramientas comparativas, inclusive hasta opiniones de expertos. Es cuestión de que te des el tiempo, seas paciente y dedicado.

Monitorear. Antes de tomar cualquier decisión, lo más recomendable es monitorear el estatus de tu historial crediticio, en especial si no tienes claro si estás en estos registros o no. Es importante que verifiques está información, porque pudieras ser blanco de robo de identidad, o bien tener un mal score por errores de alguna compañía. Así que asegúrate.

Espero estos tips te sean de utilidad, yo te recuerdo que gastar dinero, es fácil, pero que ganarlo, ganarlo cuesta.