Por Marco Antonio Olaguez Bayona

Marco Antonio Olaguez Bayona

Nostálgica, desesperante, enigmática, intensa, inmersiva, experimental, provocadora, estos apelativos pudieran usarse para definir a la nueva película de Christopher Nolan, ‘Dunkirk’. Yo la calificaría de extraordinaria, pues estamos ante la presencia de un blockbuster con propuesta, ya que se aleja de toda convencionalidad, sin embargo, al igual que otras películas fantásticas como ‘Gravity’, ‘Birdman’, ‘The Revenant’, o ‘Moonlight’ es de ese tipo de films que sólo están construidos para verse una vez en la vida. ¿Qué tienen en común? Todos ganaron el Oscar a mejor película.

Y ¿De qué trata? ‘Dunkirk’ nos aproxima a la operación Dinamo. Una maniobra de rescate que se llevó a cabo en 1940 para evacuar a 300,000 soldados en la pequeña población de Dunkerque, Francia. Si, parece poco, aun así la cinta es extraordinaria, pero muy pesada, tremendamente agotadora, estresante, pues hace un guiño al cine clásico no convencional. ¿A qué me refiero? Por momentos sentí que había vuelto al diplomado de apreciación cinematográfica, pues ‘Dunkirk’ es un ejercicio de atención extrema, ya que en ella podemos darnos cuenta que Nolan es un director maduro, no sólo el tipo que hace fantásticos estrenos de verano, o que realiza cintas que son visualmente impresionantes, aquí vemos la consagración de Christopher Nolan como un director de época. No estoy exagerando, cualquier persona que tenga un presupuesto de 150 millones de dólares, seguramente contaría una historia convencional y Nolan entregó lo contrario, si bien es congruente con su estilo y fetiches al manifestar su constante obsesión con el tiempo y una magnífica pulcritud a nivel técnico, lo maravilloso de ‘Dunkirk’ es que te sitúa en la guerra, ayuda muchísimo la musicalización de Hans Zimmer (quién para mi gusto entrega su mejor trabajo), todo el cast está impresionante, pero es Tom Hardy quién con la mirada logra transmitir más emociones que muchos actores con tres horas de diálogos, además, está película cuenta con una fotografía y una edición de sonido majestuosas, sólo por eso vale la pena el boleto.

Nolan cumple con una constante de su trabajo, pues el cineasta jamás nos ha entregado una película mala, desde ‘Memento’ hasta ‘Dunkirk’ tiene una filmografía más que respetable, sólo le hace falta el Oscar, y en mi opinión está cinta puede entregárselo. Ojo, está película es difícil, no cualquier persona la tolera, debido a que no es una cinta palomera, yo te invito a que la veas, vale la pena. Si te animas que disfrutes la película.

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