EL ALCALDE QUE LOS JÓVENES QUEREMOS

Por Oswaldo Rodríguez

Durante mucho tiempo se ha dicho que los jóvenes somos el futuro de México, sin embargo, esto es una total mentira, los jóvenes no podemos seguir siendo considerados de esta forma, pues los jóvenes representamos el presente y el futuro, no solo de nuestra ciudad, sino de todo el país, pues dentro del padrón electoral presentamos un grueso porcentual las personas que tenemos entre 18 y 35 años.

Sin embargo, pareciera que los jóvenes hasta antes del 2016 tuviéramos poca participación en la toma de decisiones de la administración pública, no obstante, las nuevas tendencias tecnológicas nos han obligado a participar positivamente en un estado que nos exige que alcemos la voz para ser escuchados.

A nuestro estado, tristemente no siempre le ha ido bien, pues en algunos años ha caído en las evaluaciones en materia de transparencia, seguridad, turismo, generación de empleo, economía entre otras, y es que, aunque es una gran ciudad, no se ha logrado detonar el crecimiento económico que incentive la instalación de la gran industria. Además, durante los últimos años, se han dado choques políticos y partidocraticos, que, aunados a la seria de alternancias en los tres órdenes de gobierno, se ha limitado el trabajo en equipo para la generación de grandes obras y que, en conjunto, mejoren las condiciones de vida de los duranguenses.

Hoy que estamos frente a un proceso electoral, a solo algunos días de elegir al próximo presidente municipal y cada día más cercano el próximo debate ciudadano organizados por organizaciones empresariales y civiles, queremos pedirle a los candidatos que los jóvenes participaremos promoviendo la participación ciudadana y observando de cerca el proceso electoral, pero que también exigiremos que se nos contemple dentro de su plan de trabajo, así como a la económica, el combate a la corrupción, el aumento a la calidad de vida, pero sobre todo, el impulso al emprendimiento y cuidado ambiental, pues creemos que es tiempo de dejar  atrás los proyectos improvisados y a partir de ahora, se generen políticas públicas bien orientadas para resolver los problemas social, no solo elefantes blancos que no generen los impactos necesarios para nuestro estado.

Es por todo lo anterior que es tiempo que los jóvenes dejemos de ser espectadores y empecemos a exigir en un mundo que nos exige que participar y ser protagonistas de una generación de cambio de Durango. Al tiempo.