EN POLÍTICA, DETRÁS DEL TELÓN SE ENCUENTRA LA FUNCIÓN

Por Oswaldo Rodríguez Amaya

La estrategia, la operación política, la construcción del mensaje y las encuestas, son información que siempre están en un proceso electoral y que casi nadie ve. 

Cada uno de ellos juega un rol importantísimo en una aspiración política y si las cuales no se trabajan en conjunto, seguramente tendrán resultados catastróficos en los resultados electorales. 

Hablar de un manual de operación política seria imposible, pues cada proceso y cada candidato representan por si mismos retos específicos y ante los cuales sería absurdo señalar que, si bien es cierto, un proceso electoral fue años o décadas atrás de una determinada forma, las siguientes contiendas serán de la misma forma, pues cada proceso electoral es independiente, cambiante y volátil. 

No obstante, lo que si podemos señalar es que, detrás del telón, es en donde se encuentra la función, ¿la razón? Nadie puede llegar solo a un proceso electoral; y la estrategia, la operación política, la construcción del mensaje, representan ejes fundamentales sobre los cuales se puede construir un proyecto ganador. 

En un primer punto hablaremos de la estrategia, este camino que si bien es cierto no es perpetuo, si representa una noción de hacia donde queremos llegar y como podemos llegar, así mismo, según diversos autores sostiene que “la estrategia correcta puede hacer que una campaña mediocre sobreviva, pero es probable que se caiga hasta una campaña brillante si la estrategia es equivocada. La estrategia debe adaptarse a la campaña; no puede adaptarse la campaña a la estrategia”, ante lo cual analizamos que el primer paso que casi nadie ve es tener una estrategia. 

En un segundo punto podemos sostener que, la operación política representa esa máxima habilidad de generar acuerdos y sumas adeptos, no precisamente en la movilización electoral, sino en sumar actores lideres de opinión, lideres de partidos políticos o simplemente ciudadanos con un respaldo social, esta suma generalmente nunca se da sola, pues es imposible que una persona conozca a todo el mundo, pero lo que si es real y viable es que seguramente se conocen a tres personas que tendrían la habilidad de reunir a un candidato con el hombre más poderoso del estado, de la región, del país o del mundo. 

La construcción del mensaje representa la raíz o punto de partida de como vamos a comunicar nuestra propuesta, nuestra historia o nuestras acciones, sino sabemos que queremos comunicar y hacia quien lo queremos realizar, será imposible tener un nivel de posicionamiento competitivo en el territorio. 

Al final del día, un proceso electoral es complejo, generalmente solo tenemos una pequeña vista de lo que es todo un movimiento y ante lo cual es necesario sumar liderazgos, estrategas y personas con experiencia, lo que permita interpretar las encuestas, aprovechar los tiempos, tener un mensaje claro y comprensible, además de un análisis hacia nuestros contrincantes. Al tiempo.