Gobierno Federal sigue en deuda con Durango

POR BENITO ORTEGA HERNÁNDEZ

Benito Ortega Hernández

Los mil 81 millones de pesos que se aprobaron de aumento nominal dentro del Presupuesto Federal 2020, para el gasto federalizado a ejercer por Durango, representan apenas una variación positiva real del 0.1 por ciento, con respecto al 2019, porcentaje que se anulará automáticamente con el índice inflacionario estimado en más del tres por ciento.

El monto que se autorizó a ejercer por Durango en el actual ejercicio que está por terminar, es de 29 mil 596 millones de pesos. El Congreso aprobó que para 2020 la cantidad sea de 30 mil 677 millones, que representa una diferencia nominal positiva de mil 81 millones.

Pareciera que tal elevación fuera positiva para Durango, y, sin embargo, apenas significa el 0.1 por ciento de incremento, porcentaje que se diluirá con los indicadores inflacionarios, de tal manera que las finanzas del estado, y las de los municipios, enfrentarán severos problemas, al tratarse de los ramos 28 y 33, y que son en función de lo que se proyectó asimismo en la Ley de Ingresos.

Lo anterior significa que el Gobierno de la República sigue en deuda con Durango, ya que con tales números, prácticamente se obliga a los gobiernos locales a recurrir a los financiamientos crediticios, con el fin de hacer frente a las obras de infraestructura que tendrán que continuarse el próximo año, y que de acuerdo a las reglas de operación, requieren la participación económica de los estados y municipios.

Aunque pudiera decirse a favor del PEF 2020, aprobado por los legisladores, que las variaciones porcentuales son en el mismo tenor para la mayoría de los estados, salvo el de Quintana Roo, al subir su presupuesto un uno por ciento. Pero no está en el rezago que históricamente presenta Durango.

En el desglose del Ramo 28, que se refiere a las participaciones a los estados y municipios, el PEF destinará para Durango en 2020, 12 mil 752 millones de pesos, contra los 12 mil 256 de período en curso, con un aumento nominal de 496 millones de pesos, que en realidad significan 0.5% de alza.

Este rubro es parte del gasto denominado “no programable”, ya que depende de la Recaudación Federal Participable, sobre todo de la actividad económica, y del petróleo, en mayor medida. Y no está etiquetado, sino que pretende resarcir “las diferencias” presupuestales en proporción a la recaudación, y a manera de incentivos dirigidos al impulso del crecimiento económico.

En cuanto al Ramo 33, que se refiere a las aportaciones federales a estados y municipios, y que son parte del “gasto programable”, que es lo que garantiza a las entidades la recepción de lo que se les asigne, con “independencia de su desempeño económico y recaudatorio”, a manera de compensación por los rezagos y necesidades particulares en salud, educación, infraestructura etc., a Durango le dieron el visto bueno de 14 mil 57 millones de pesos, contra los 14 mil 52 del presente ejercicio, lo que representa una variación real negativa de 0.2 por ciento.

De los programas y proyectos de inversión, que son recursos registrados en una cartera especial de inversión de la SHyCP, y ejercidos de manera central para ejecutarse por las delegaciones en los estados, le fueron aprobados a Durango mil 335 millones de pesos para 2020, cantidad que es superior en 363 millones de pesos, con relación a la de este año, y significa una variación positiva de 32%.

Según los genios de las proyecciones financieras, los estados tienen oportunidades de obtener aumentos en partidas donde se consideran los recursos “no distribuibles”, como el FASP, que se refiere a seguridad, o el FAM, en los cuales se calculan los criterios de reparto después de aprobado el PEF, y que significa algo así como el 2.9% del Ramo 33 autorizado en el decreto.

A modo de consuelo para los estados, y en el caso concreto de Durango, dentro de los considerandos del PEF, señalan como áreas de oportunidad para elevar los montos de los recursos, los Convenios de Descentralización y Reasignación, así como para protección social en salud, a partir de la suscripción de los acuerdos a firmar en los tres primeros meses del año.

Otra partida que representa el 0.8 por ciento del gasto federalizado, se localiza en los Fondos Metropolitano y el Regional, que al igual que otros subsidios se canalizan a las entidades para impulsar el desarrollo regional, y que no están incluidos en el gasto federalizado del ramo 23.

Total, a pesar de los argumentos de la Federación y los legisladores, de nueva cuenta Durango, por las políticas de austeridad republicana del gobierno en esta ocasión, otra vez tendrá que esperar mejores tiempos para de una vez por todas, y no a cuenta gotas, de verdad se detone el desarrollo económico que tanto añora la sociedad duranguense. “Pero el cinturón ya no puede apretarse más”, sentencian algunos funcionarios locales.