¡Hablemos de estrategia!

Por Oswaldo Rodríguez Amaya

Durante este año, veremos una de las elecciones más importantes del país, no solo por ser una elección presidencial, si no por que será la primera en la que habrá una elección concurrente, es decir, se elegirán ambas cámaras del Congreso de la Unión, además de las legislaturas de los estados, pero ¿Cómo le harán los candidatos para cumplir sus sueños?

Durante este año, podremos observar algunos candidatos que por primera vez, se podrán postular ciudadanos para cargos de elección popular no solo a través de plataformas partidistas, si no a través de plataformas independientes, no obstante, hay que reconocer que nuestro sistema jurídico electoral, es aún muy ambiguo, hay algunos apartados que no son claros, nada precisos y que se prestan a diversas interpretaciones, las cuales seguramente se verán aclaradas el día de la entrega de constancias de mayoría.

En días pasados, The New York Time, publicó un articulo en el que se hablaba de la misma política de siempre, una política en la que los ciudadanos no creen en los sistemas políticos, y es que no es para menos, los políticos han demeritado el oficio del político, pues han seducido y mentido al electorado, y aun así, regresan a los cargos públicos, viendo la política como un negocio y no como un servicio público.

Es necesario, que los candidatos ya sean independientes o no, vengan a refrescar la política, innoven estrategias electorales y recuperen la confianza en los ciudadanos. Una estrategia no solo es una planeación para obtener un determinado sueño, si no es un proceso ordenado, sistemático y escrito que permitirá llegar al camino deseado, pues la estrategia correcta puede hacer que una campaña mediocre sobreviva, pero es probable que se caiga hasta una campaña brillante, si la estrategia es la equivocada.

Los tiempos son críticos, a los ciudadanos que hoy buscan un cargo de elección popular, les podemos decir que no subestimen la inteligencia de los votantes, ni sobrestimen la cantidad de información que se tiene al alcance, si al final de una campaña los votantes todavía no entienden lo que su candidato está tratando de decirles, es un error del candidato no de los votantes. Al tiempo.