Inmovilidad gubernamental contra movilidad ciudadana

Por “Recoveco”

Tal parece que el Gobierno Municipal que encabeza Jorge Salum, prefiere las sanciones y la represión, como instrumentos que obliguen a desalentar la movilidad ciudadana, en lugar de construir los consensos necesarios, a base de diálogo, que concienticen y sensibilicen a la población, sobre la necesidad de quedarse en casa, y salir solamente lo necesario para realizar actividades consideradas como esenciales, y con ello contener la propagación del Covid 19.

Las autoridades comenzaron al revés la instalación del semáforo rojo epidemiológico, al decretar de manera unilateral las medidas restrictivas tendientes a reducir la presencia ciudadana en lugares públicos, abiertos y cerradas, sin previo diálogo, al menos aviso, a los sectores que se verán más afectados en su economía.

Y es que las conferencias de prensa no son suficientes para que la mayoría de los duranguenses conozcan las nuevas disposiciones. Se requiere de todo un proceso de comunicación social, que no se ha cumplido, y que incluye las pláticas previas con empresarios, sindicatos, amas de casa, profesionistas, y en general con los sectores que resultarían mayormente afectados en su economía, con el objetivo de invitarlos a tomar conciencia, y sensibilizarlos sobre la necesidad de recurrir a tal escenario para preservar la salud e inhibir el crecimiento descontrolado en la propagación de las infecciones humanas a causa del coronavirus.

La represión en contra de los propietarios de los gimnasios, fue un ejemplo claro de que la autoridad municipal, no entiende lo que es gobernar a partir de la construcción de consensos. Lo que hicieron al utilizar la fuerza pública para dispersar a los manifestantes, refleja el grado de incapacidad e inmovilidad gubernamental para lograr que el mandato que dispone acciones más drásticas, se realice con la conciencia ciudadana mayoritaria a favor.

Así como se anuncia que hubo acuerdo con los dirigentes de los concesionarios del transporte para suspender el servicio desde el sábado a partir de las 3 de la tarde y hasta el lunes a las 5 de la mañana, así se debió hablar con las organizaciones y sectores afectados. Pero parece que en el municipio, ante la justificación por la enfermedad que aqueja al Alcalde, nadie hace nada, sino hay una instrucción directa.

E incluso, en las nuevas medidas no se dio participación directa a representantes del Poder Legislativo. Y serán los responsables de sacar adelante las iniciativas enviadas por el ejecutivo estatal, para modificar las leyes de Salud y Protección Ciudadana, con el fin de reglamentar claramente el uso del cubrebocas. Los diputados un puente de comunicación con la gente.

No es posible que un Consejo Ciudadano, abiertamente y sin mayor rubor de sus representantes, se ponga del lado de la autoridad y pida que se apliquen sanciones por la movilidad, cuando debe ser un instrumento que medie el diálogo, sin que solape las violaciones a las disposiciones, pero tampoco que se ponga en contra y a favor del gobierno.

Las medidas restrictivas, que no son mal vistas, pero que podrían tener mayor apoyo ciudadano, y por ende alcanzar los fines para las que se aplicaron, tendrían éxito rotundo, si se construyeran los consensos necesarios. Pero no, siempre gana el autoritarismo y la negligencia de algunos servidores públicos que siguen “nadando de a muertito”.