PAN: no amnistía a los que desertaron

POR BENITO ORTEGA HERNÁNDEZ

Benito Ortega Hernández

Con la nueva dirigencia estatal del PAN, renace en los militantes las expectativas de que el partido regresará por sus principios doctrinarios, aunque por ahora “la caballada” este flaca en pos de los espacios que disputarán en 2021 y 2022, según comentan los blanquiazules críticos.

Y es que los panistas ya cerraron filas en torno a su nueva dirigencia estatal, para que no haya una especie de «amnistía» que busque perdonar a los militantes que optaron por otros partidos, y que ahora pretendan regresar, como circulan algunas versiones.

Hay quienes se la jugaron abiertamente con las siglas diferentes, y al no conseguir los puestos tras los que iban, ahora coquetean con mantener sus derechos en Acción Nacional, como si nada hubiera sucedido, lo cual genera escozor en los militantes que se la han jugado en las buenas y en las malas.

El “blanquiazúl puro” de que están investidos Verónica Pérez y José Rocha, genera confianza de que se aplicarán los estatutos y principios del PAN, con quienes «chaquetearon» con otras siglas políticas, al escuchar el canto de las sirenas, y que al final se quedaron como “el perro de las dos tortas”.

Esto viene a colación porque al interior de Acción Nacional hay versiones, y una especie de rumor que causa inquietud, en el sentido de que algunos de los militantes que se fueron con Enríquez, y que ahora quedaron “huérfanos” políticamente, pretenden reincorporarse a las filas del PAN, luego del fallido intento de quedar protegidos por el galeno en la Presidencia Municipal.

Los que conocen a Verónica Pérez y José Rocha, afirman que no permitirán el reingreso de los “traidores”, aún cuando anunciaron un partido incluyente, de puertas abiertasm y de trabajo en unidad, al considerar que los que “desertaron”, lo hicieron de manera “atropellada”, y sin pensar en el futuro partidista.

Dicen los panistas de alcurnia que lo único que Verónica Pérez y José Rocha deben aplicar, son los estatutos del partido, ya que algunos de los que se fueron y ahora, como que quieren acercarse, se la jugaron con las siglas de otros partidos, con lo cual renunciaron de facto a sus derechos en AN.

Pero no se trata de lo que Verónica Pérez y Pepe Rocha determinen, sino que sean los órganos internos de justicia los que decidirán al respecto, aunque los panistas que conocen a los nuevos dirigentes, afirman que de acuerdo a sus perfiles y antecedentes partidistas, vigilarán que se apliquen las normas internas, sin distingos de quienes se trate.

Verónica Pérez, sobre todo, llega investida de un halo de protección política, que se debe reflejar en acciones contundentes en la dirección del partido, con prioridad ahora, en lo que se refiere a la conformación de la estructura directiva que la acompañará.

Es cierto que los grupos más importantes del PAN impulsaron su candidatura, pero eso no quiere decir que tenga que pagar facturas, arguyen sus colaboradores, sino al contrario, le dieron la confianza para que inicie una etapa nueva del PAN, con miras a refrendar los triunfos estatales y municipales, e inclusive ampliarlos.

Se convirtió en la primera mujer en dirigir al PAN en Durango, y su arribo también provocó que un presidente en funciones, perdiera la reelección, lo cual le dota de legitimidad, pero además de una fuerza política que ya le hacía falta al partido.

Verónica Pérez y José Rocha, sobre todo ella, le son funcionales a Ricardo Anaya, el ex candidato a la Presidencia de la República, al dirigente nacional Marko Cortez, al Gobernador Aispuro y al Presidente Municipal, Jorge Salúm, a quien coordinó la campaña que lo llevó a ocupar la primera silla del Palacio de Escárzaga.

Los nuevos dirigentes ya tienen la responsabilidad de encausar al partido hacia las elecciones constitucionales de 2021 en que se elegirán a diputados federales y locales, y el siguiente año en que se renovará la gubernatura, espacios que actualmente están en poder de AN.

El objetivo de la nueva lideresa es trabajar la reconciliación, pero en unidad, inclusión y trabajo en equipo, lo cual a decir de los renuentes panistas, enfrentará escollos, sobre todo de quienes se “sienten dueños del PAN en Durango”.

Lo cierto es que hay tranquilidad en el PAN, y los nuevos directivos tendrán un tiempo considerable para demostrar que lo que ofrecieron, lo cumplirán, de lo contrario, nuevamente empezarán las fricciones entre las diferentes corrientes que integran el partido en el poder duranguense.