¿Salúm se aventará vs José Ramón Enríquez?

POR BENITO ORTEGA HERNÁNDEZ

Benito Ortega Hernández

Habrá quienes pongan las manos al fuego por la honestidad de José Ramón Enríquez, como también aquellos que demanden su “crucifixión política y penal”, por los presuntos desvíos de recursos públicos durante su administración municipal, cuando lo cierto es que primero habrá que desarrollar todo un proceso de fiscalización, incluidas las auditorías internas y externas, para estar en condiciones de manifestar si realmente incurrió en peculado, o solamente son amagos al calor de las disputas por el poder.

Todo lo que se diga ahora, a favor o en contra, serán meras cortinas de humo que busquen magnificar o tapar las supuestas irregularidades, tanto de quienes lo defienden, como de los detractores del galeno, que tiene muchos, entre ellos algunos de sus ex colaboradores a los que dejó molestos por incumplimientos presuntos en los ofrecimientos que les hiciera, al calor de la campaña de proselitismo electoral.

El escenario está dispuesto para que la administración municipal que encabeza Jorge Salum, desahogue los procedimientos legales que corresponden, no solamente al proceso de entrega recepción, sino a todo lo inherente al anterior gobierno, en el contexto de la reprobación de la Cuenta Pública Bimestral julio – agosto, por parte del máximo órgano de gobierno, que es el Cabildo en pleno.

Según los regidores del PT, Alfonso Primitivo Ríos e Ivonne Barbosa, avalados por la bancada legislativa del partido en el Congreso Local, el ex Presidente Municipal, al que acusan directamente, incurrió en la desviación, conforme a revisión preliminar, de 13 millones 155 mil 379 pesos, de acuerdo al informe de la Cuenta Pública rechazada.

Es claro que el informe financiero de la administración actual, sobre la desaprobación de la Cuenta Pública, es aprovechado por los petistas. Pero no hay que perder de vista las presuntas irregularidades, y dejar que sean los especialistas en ejecutar las revisiones, los que al final emitan las conclusiones al respecto.

Aunque a todas luces la manifestación de los petistas es revanchismo político, pero adelantándose al escenario posible de que el Gobierno Municipal encuentre elementos constitutivos para fincar responsabilidades al anterior primer edil, lo que está en boga es que el panorama para José Ramón Enríquez no es nada halagüeño, ni menos nítido.

El regidor de Movimiento Ciudadano, Gerardo Gutiérrez, salió a defender la causa, ¿indefendible?, de los señalamientos en contra del ex Presidente Municipal, bajo el argumento de que era orquestado por el dirigente del PT, Gonzalo Yáñez. Si bien eso pudiera no estar alejado de la realidad, no hay que desviar la vista del meollo, que son las supuestas malversaciones de recursos públicos, a favor de la campaña de Enríquez, y que la percepción de la sociedad, es que los cometió, por el desenfado con que gastó el dinero en aras de buscar el voto de los duranguenses.

Tal parece, al menos en los medios públicos, que al oftalmólogo esto no le quita el sueño, y mientras tanto, hace vacío a las manifestaciones en su contra, según comentan en lo corto algunos de sus cercanos, porque primero prepara su arribo al Senado de la República en los próximos días, como primer paso a la estrategia que habrá de presentar para su defensa.

Y es que el ocupar el escaño titular, indudablemente le dotará de inmunidad, con el fuero legislativo que la Ley le otorga a los miembros del Congreso de la Unión, como es el caso. De tal manera que si quieren que Enríquez comparezca a responder de las presuntas irregularidades cometidas, primero se le tendría que ejercer todo un mecanismo legal de juicio político.

Sin estar oficialmente en su escaño, Enríquez ya cabildea todo el escenario que se le habrá de instalar en su contra, conforme los comentarios de sus allegados, y es posible que comience una andanada de señalamientos políticos en contra de sus detractores, desde la mismísima palestra de la Cámara Alta, y de la capital del país.

Vamos a ver de que está hecho políticamente el Presidente Municipal, Jorge Salúm, para decidir si se avienta en contra de su antecesor, y sobre todo si cuenta con el respaldo político para llegar hasta las últimas consecuencias, como dicen los políticos, o solamente lo utilice como bandera política para posicionarse políticamente como Jefe de la Comuna.

Salum debe mantener “altura de miras”, como dicen los prospectivos, si quiere preservar su posicionamiento rumbo al 2022, o dejarse llevar por la corriente y “nadar de muertito”, y no atender de manera paralela lo que es el panorama local social, económico y político. Dicen que el primer edil solo escucha a los panistas que lo catapultaron, lo cual sería un error de su parte, si quiere gobernar para Durango.