TRUMP Y EL RELOJ DEL DÍA DEL JUICIO
Por Marco Antonio Olaguez Bayona
¿Alguno de ustedes está familiarizado con el reloj del día del juicio? Si, ese que sale en la película de ‘Watchmen’ ¿Aún nada? Pues bien, el también llamado reloj del Apocalipsis, es un reloj simbólico, que ha sido mantenido desde 1947 por la junta directiva del Bulletin of the Atomic Scientists (Boletín de Científicos Atómicos) de la Universidad de Chicago en USA, y representa una analogía en la cual nuestra especie está siempre «a minutos de la medianoche». Justo esto es lo interesante de esta analogía, pues la medianoche representa la «destrucción total y catastrófica» de la Humanidad. Originalmente, la analogía representaba la amenaza de guerra nuclear global, pero desde hace algún tiempo incluye cambios climáticos, y todo nuevo desarrollo en las ciencias y nanotecnología que pudiera infligir algún daño irreparable.
¿Y qué tiene que ver el señor Trump con todo esto? Pues muy simple, debido a sus declaraciones y actos de los últimos meses, estamos a dos minutos y medio del fin del Mundo. Por primera vez en 70 años, los Científicos Atómicos lo adelantaron 30 segundos más cerca de las 12. Evidentemente al señor no le interesa en lo más mínimo este indicador y lo más probable es que lo considere una tontería absoluta. Lo preocupante no es que estamos más cerca del fin del mundo de lo que se ha estado en la historia, sino que parece que a Trump no le preocupan las pruebas nucleares que se realizan en Corea del Norte con mayor frecuencia, la cumbre del G20, la renegociación del TLCAN, su primer encuentro con Vladimir Putin, trabajar en su proyecto de ley de salud, o infinidad de asuntos que debe resolver el presidente de una de las naciones más poderosas del mundo. En lugar de atender a las prioridades mundiales, este sujeto ha comenzado su propia guerra contra la cadena norteamericana CNN y lejos de tener la razón, sólo parece centrar su atención en horribles ediciones en las cuales ejerce un dominio sobre Cable News Network, presentando un comportamiento infantil muy por debajo de la dignidad de su cargo. ¿De verdad estamos viviendo esta realidad? ¿O es acaso este un mal sueño que forma parte de un episodio de ‘Mundo enfermo y triste’?
