ESTRATEGIA VS OCURRENCIAS

Por Oswaldo Rodríguez Amaya

En política, no hay nada que perjudique tanto una aspiración política que las ocurrencias, pues estas son alejadas de la realidad, alejadas del método y sobre todo, alejadas de la estrategia. 

Todos los amantes de la política conocemos por lo menos a algún candidato que en diferentes momentos se dejó llevar por la pasión, por los consejos de su equipo y que por pensar que, sería una buena idea, ocasionó severos daños a su carrera político e incluso, puso en riesgo un proceso electoral. 

El objetivo de la estrategia es establecer un camino para llegar a un lugar específico, es decir, establecer la ruta que seguiremos para impulsar un idóneo nivel de posicionamiento de nuestro candidato, una intención del voto o quizás, ganar una candidatura política, sin embargo, de forma paralela, los cuartos de guerra diariamente compiten por alejar las ocurrencias de la estrategia, pues en todo proceso político, siempre están presentes. 

Las ocurrencias, generalmente propuestas por equipos cercanos a los candidatos, son ideas que en ocasiones son segadas por el optimismo, la falta de experiencia o la intensión de expresar el poder que tiene quien las propone frente a los integrantes de la campaña política, sin embargo, en general, estas carecen de metodología, así como de un análisis de escenarios que permita analizar la viabilidad de dicha idea. 

De esta forma, podemos afirmar que, no todas las ideas son malas, de hecho, un proceso electoral requiere de perfiles que se adapten a las circunstancias y a la coyuntura, pues si esperamos que la campaña política se mantenga de la misma forma de inicio a fin, seguramente nos enfrentaremos a grandes problemas y ante lo cual deberemos de recurrir a ideas que no estaban previstas, pero que tienen que ser filtradas por nuestra estrategia para saber si es viable o no, pero además, este filtro debe de estar alejado de toda pasión política que nuble el rumbo del proceso político. Al tiempo.