YOU WERE NEVER REALLY HERE

Por Marco Antonio Olaguez Bayona

Hace unas cuantas semanas se estrenó en el festival de Cannes una cinta que causó controversia y que provocó una ovación de pie por más de siete minutos, me refiero a ‘You were never really here”, una película muy interesante entregada por la directora Lynne Ramsay, y protagonizada por Joaquin Phoenix. Pero ¿Por qué la película resulta tan interesante bajo mi apreciación? Bueno, básicamente yo no esperaba nada en absoluto de esta cinta, pero su visionado me ha resultado grato, refrescante y ha derivado en una propuesta estimulante.

Marco Antonio Olaguez Bayona

Sin embargo, no quisiera que se dejarán llevar por mis palabras o mis términos, pues históricamente la cinematografía no puede ser catalogada o encasillada, pues toda obra debe ser calificada en función a las sensaciones que provoca y en mi caso, soy de la opinión que un medio como el cine debe innovar, y presentar propuestas que sean capaces de aportar un punto de vista novedoso a una historia que puede recordarnos a otras tantas historias. En este film vemos la historia de Joe, un veterano de guerra con un trabajo muy peculiar. Como dije, Joe es interpretado por Joaquin Phoenix, quién nos brinda a un personaje sólido, con convicción que aunque no resulta el alma de la fiesta, está construido con inteligencia y con una maestría interpretativa descomunal, sin duda Phoenix es el dueño y señor del relato; y son sus miedos, sus traumas y su estabilidad mental, el centro de la narración y del argumento. En ese sentido, hay que aplaudir que la dirección de Ramsay no se haya centrado en endiosar al protagonista, pues es un vicio en que resulta fácil caer en propuestas de este tipo.

Pero no es el único acierto de la directora, que demuestra sobradamente que sabe lo que hace y que domina a la perfección su terreno y su historia. Ella se encarga de utilizar todos los recursos posibles para retratar correctamente la compleja psique de Joe, y mola bastante ver cómo todos los elementos actúan en consonancia. El plano, el color, el sonido y el tiempo, todo amalgamado de una manera sólida que denota un trabajo de la directora como una auténtica artista audiovisual. Sin duda de lo mejor de 2018. Que disfruten la película.